jueves, 14 de junio de 2007

EPÍLOGO DE UNA TEMPORADA NEGRA

Debería haber escrito antes, lo sé, es tarde, pero las ganas de darle vueltas a lo mismo se van desvaneciendo.

Pasé el partido del domingo con una oreja puesta en Zaragoza, pero el nerviosismo me lo proporcionaba el partido que estaba presenciando en directo. Por que?, pues porque ya no hay confianza en este equipo, y volvieron a fallar. En nada han quedado las frases de después del partido ante el Betis de "- Si ganamos todos los partidos, campeones." o "- Nosostros vamos a hacer lo que tenemos que hacer, ganar todos los partidos.". Han vuelto a fallar. Y esta vez contra el Español. Un equipo bien plantado en el campo bastó para poner en jaque a todo un Barça que se jugaba la liga. O sea, se ha perdido el último título , se han perdido todos ya. Perdido? No, aún queda una última esperanza, un equipo de irreductibles isleños va a conseguir la proeza en el Bernabeu y va a devolver la liga al Barça... (esto es un parodia de Astérix y Obélix, por si no queda claro, que creo que no).

Bueno, vale, de acuerdo, que el Mallorca puede ganar en el Bernabeu, o empatar, que el Madrid ha perdido infinidad de puntos en casa, que llevan como 5 partidos ganando en el último minuto y ahora van a perder la liga en el último partido, que existe una justícia divina que pondra al prepotente-payaso-mentiroso-calavera Calderón en su sítio y le hará pagar toda la celebración en la Romareda y el atropello a la família Nadal en Roland Garros para proponerle al niño que fuera en el autocar de la rúa, de acuerdo... Pero lo que más me preocupa es que ganemos nosotros.

Necesitamos que se acabe esta liga, irme y que se vayan de vacaciones todos, lo más lejos posible, que se fiche lo que se tenga que fichar, que se vaya quien se tenga que ir, y volver a sentarme a ver un partido de mi equipo con la confianza que te da tener la mejor plantilla del mundo y con hambre de títulos.

En cuanto a lo que fué el partido, Rijkaard la cagó por enésima vez poniendo a los tres pequeños en el medio (no hemos ganado una puta mierda con ellos), proporcionando un agujero tremendo que aprovechó De la Peña una y otra vez, y grácias que es un jugador ya en decadencia, si no podrían habernos caído más, y la cagó a mi juício con Gudjohnsen, que por lo poco que ha contado esta temporada, no se le debería haber dado la responsabilidad en el partido más importante. Por lo demás un equipo que quiso pero no pudo, sobre todo porque no sabe matar los partidos, porque tampoco confía en si mismo.

Por lo que respecta al Español, pues nada, los pericos son diferentes. Están contentísimos, tú. Como si hubieran ganado la Uefa. Les puede más su antibarcelonismo que su españolismo. Lo que sufrimos los culés con este equipo es como aquella situación en que un niño pequeño te está tocando los cojones y no le puedes pegar una galleta porque es pequeño. Para nosotros son insignificantes, pero para ellos somos el enemigo a batir, el éxito o fracaso de una temporada puede depender de si nos ganan o no. Pero són inmunes a nosotros, es casi imposible hacerles daño, si les ganamos es una cosa normal y no podemos sacar pecho por ello, la única manera de joderles es reírse de ellos cuando pierden algo o cantarles " A segunda" cada vez que se tiene ocasión, o sea, temporada sí, temporada no, por cierto, la que viene toca sí. Su Dios Tamudo, hiper-mega-goleador, el Ronaldinho perico, el babeador de escudos, ha superado la marca de un grande de este deporte, Marañón, ahí es nada. Este hombre que el otro día babeaba el escudo mirando a la grada para joder más a la afición, que es idolatrado incondicionalmente por todo seguidor perico (y madridista), no dijo que no cuando se le planteó la posibilidad de ir al Barça en tiempos de Sandro Rosell (ya le vale también). Así que ya digo yo que la felicidad completa no existe.

Nada más, a ver que hacemos en Tarragona, con ganar al alegría de la huerta Flores (menudo payaso), me conformo.

Dewwwwwwwwwww!