jueves, 7 de mayo de 2009

ESTADO DE SHOCK


Que siga la fiesta. Por una vez y sin que sirva de precedente marcamos en el descuento. Por una vez el fútbol fue justo. Por una vez les dimos de su propia medicina.

Ayer durante todo el día tuve la serpiente por el estómago, y a medida que se acercaba el momento, el nerviosismo era de infarto. Más aún cuando escuchando la radio dieron la baja segura de Henry, y la apuesta de Guardiola con Touré en la defensa y Busquets-Keita en el medio. Yo era de los que pensaba que Henry no se perdería el partido y que Cáceres era el más idóneo para el puesto, pero ni lo uno ni lo otro. No me gustó la decisión pero me callé, cerré los ojos y confié en Pep. Confié, porque se lo debía desde que la temporada pasada me equivoqué criticando duramente la decisión de la directiva de confiar en él como entrenador del primer equipo. Confié pero cruzando los dedos.

Necesitamos aprender la lección, pero aprenderla ya. Somos los mejores, pero contra los ingleses sufrimos en exceso, no les conseguimos inquietar y además dejamos que nos creen clamorosas ocasiones de gol. Las jugadas a balón parado en contra son un suplicio, y renunciamos a las que son a nuestro favor.

Todos teníamos claro cual iba a ser el guión del partido. El Chelsea agazapado atrás y dando coletazos al contraataque. Y se cumplió. El Barça tocando y tocando hasta que un resbalón de Messi acabó en un pase a Drogba que desperdició por un mal control, de otra forma hubiéramos tenido el primer gol inglés, en el minuto 2. No me lo podía creer, “pero... como puede estar ese tío tan solo?”. La fatalidad se cebó con el equipo cuando en el minuto 8, sin merecerlo todavía, Essien la clavó en un disparo inverosímil que se va a coronar como el mejor gol de la champions de este año. “Bien sigamos, somos unos desgraciados pero, mejor que marquen en ese momento que en el final del partido.” Aunque la realidad era obvia, el partido se nos ponía muy cuesta arriba, debíamos hacer un gol, sí, pero ellos ya habían hecho el trabajo, ahora entrábamos en su trampa, la de esperarnos y poder asestarnos el golpe fatal a la contra.

Y vimos a un Barça poco contundente, que quiso y no pudo, no ayudaba al juego del equipo el que en la media tuviéramos a Keita en lugar de Iniesta, hecho que Guardiola debía haber corregido bastante antes de cuando lo hizo, faltando 8 para el final. Caras de resignación. Intentas convencerte de que, al fin y al cabo, te debes sentir orgulloso del equipo, pues están a las puertas de un doblete, han llegado a semifinales de champions, le ha metido un 2 a 6 al Madrid y ha caído fiel a su estilo contra un equipo rácano...

Y llega la explosión. Una emoción a la que no estamos acostumbrados en can Barça nos sorprendió, la de marcar en el último minuto. Aquí tenemos que hacerlo todo con superioridad, ganando merecidamente, con el partido controlado y si puede ser desde el minuto 10, pero aquello fue diferente. Un Barça incapaz de desbordar al Chelsea asestó el golpe de gracia en el minuto 93 y sin haber puesto a prueba a Cech en todo el partido. Equipo campeón, grupo tocado por la gracia. Bendito sea.

El árbitro tuvo mucho que decir en el partido. Para mí dejó de pitar dos penaltis en el área blaugrana y fue injusto en la expulsión de Abidal. Pero así son los arbitrajes UEFA, y los sufrimos cada año. No pito nada en el área, y pito cualquier cosa en medio campo si es a favor de los de casa. Si noto que me he comido algún penalti a favor del de casa, expulso a algún jugador visitante cuando tenga ocasión y así tengo a todo el mundo contento, o descontento. Sibilino. Y el Chelsea fue el perjudicado ayer, como el Barça lo fue en la ida. Así que, a Hiddink y a los jugadores del Chelsea, que después de quejarse del teatro de Alves, deberían ver lo que hace Drogba sobre todo cuando pisa el área, les diría lo que dijeron ellos de las quejas del Barça: “Estas quejas vienen de su frustración, no tienen razón”. Pues eso, a cascarla.

El resultado final de la eliminatoria fue merecido, merecido a partida doble. Primero porque el fútbol le ha dado un merecido premio al juego del Barça, por ser el único equipo que convierte este deporte en un espectáculo. Y segundo porque ha castigado el juego rácano del Chelsea, un equipo para mi con la segunda mejor plantilla de Europa (después del Barça), que limita su juego a un saque de puerta de Cech, peinada de cabeza de Drogba y ocasión de Malouda o Anelka. El fútbol es así.

LA PERLA

Sarunas Jasickevicius dijo a un reportero de Catalunya Radio segundos después de ganar su cuarta euroliga: “no sé si estoy más feliz por la cuarta Euroliga o por el 2-6 del Barça con el Madrid”. Saras, te mereces el éxito y nos alegramos por ti. Otro gallo nos cantaría si no te hubieras ido...

LA VERGÜENZA NACIONAL

Como de costumbre, esta sección pertenece al Marca y al As a partes iguales. Esta vez el AS es el protagonista, pues ofrecen en la portada de la web un magnífico pase de diapositivas para poder ver los cuatro penaltis clamorosos que cometió el Barça. Todo adquiere un mayor tinte de comedia cuando el primer titular es: “El Barça nos invita a Roma”. No os equivoqueis, a vosotros, no.

PRENSA INTERNACIONAL

“Iniesta burla al Chelsea. El Barça en el Paraíso en 93 '”
La Gazzetta dello Sport

“El Barcelona arrebató un lugar en la final de la Liga de Campeones al Chelsea con un gol de Iniesta a los 93 minutos (1-1). Hasta entonces, el club catalán había luchado contra el contrario: un espléndido golazo de Essien (9 ‘), la expulsión de Abidal (66’) y la disciplina de los londinenses. Este equipo lo tiene todo.”

“Manchester United - FC Barcelona. La final de la Liga de Campeones el 27 de mayo en Roma, es ya un monumento.[...] lo que permite el Barça seguir en la contienda por un triplete histórico. En el continente solo puede impedirlo un equipo inglés...”

L’Equipe (Francia)

“Chelsea ganaba 1-0 y repetía la final 08 con Manchester, pero el Barça no se rindió, ni siquiera con diez, y le empató a los 93: pase de Lionel y fierrazo de Iniesta. El 27, en Roma, Messi o Tevez levantan la Orejona.”

Olé (Argentina)


Como decía alguno por ahí:
“El martes se clasificaron los diablos, ayer lo hicieron los Dioses”.