El domingo el fútbol nos dio otra lección. Si el dia del Chelsea tuvo a bien arrebatarles a ellos la final de forma cruel, por la forma paupérrima de jugar los dos encuentros defendiendo a ultranza incluso gozando de superioridad numérica, el domingo nos demostró que, una vez más no se puede celebrar un título antes de conseguirlo. Quién iba a suponer con un 3 a 1 en el marcador, el Barça bailando al rival y el Villarreal entregado, que el partido acabara en empate?.
Jarro de agua fría. Queríamos celebrar en casa el alirón, aunque a mí personalmente no me importa celebrarlo fuera, o incluso antes de jugar nuestro partido. El hecho es que vamos a ser campeones, lo certificamos ante el Madrid, lo secundario es el “cuando”.
Además, yo soy de los que piensa que el no haber celebrado todavía al título, con la decepción del domingo, será beneficioso para la final de copa, pues volveremos a recuperar la tensión competitiva que el domingo abandonamos por un momento.
Lo que sí me preocupó realmente, como a todos, fue la lesión de Iniesta. El infortunio se cebó en el Barça, después de perder para Roma a Márquez por lesión y a Abidal y Alves por sanción, unidos a la duda de Henry. Afortunadamente se dice que estará a punto, esperemos que acierten, la presencia de Iniesta será clave, no solo por lo que puede aportar como futbolista, sino por el temor que su sola presencia puede infundir en el rival.
Y la final de copa se nos presenta con una sensación extraña, hemos pasado de ser los mejores del mundo, a jugar una final de copa del rey como “no” favoritos ante un Athletic de Bilbao. Afortunadamente, llegamos a este momento vivos en todas las competiciones, habiendo pasado recientemente un calendario infernal, con partidos de máxima exigencia, lo que nos ha penalizado en exceso (véase lesiones y sanciones), y nos enfrentamos a un equipo que parece ser que goza de las simpatías de gran parte de la España mediática, parece como si fuera el último bastión que le queda a este país para defenderse del dominio del abominable gigante Barça. Y dejando a un lado a los medios madrileños, que no dudan acercarse a lo que pueda hacernos sombra, aunque esto signifique ir a favor de los vascos, especialmente extraño me parece la actitud de la Sexta, canal propiedad en mayor medida de Emilio Aragón y Jaume Roures éste último catalán y culé, y en menor medida por este orden de El Terrat (Andreu Buenafuente, culé), Bainet (Karlos Arguiñano, vasco) y BBK (vasca también), el lunes dedicaron un especial informativo a todo una especie de simposium donde desfilaron algunas leyendas del Athletic, de entre las que destacaba el asesino Goikoetchea, presentadas por el tal Patxi nosequé, el capitán de Minuto y Resultado, que pertenece a esta nueva generación de periodistas deportivos-humoristas de medio pelo. El Barça ha sido esta semana una mera comparsa. Allá ellos. El Chelsea también tenía claro que nos eliminaba, y es el Chelsea.
El Athletic ha dejado entrever cual será su táctica para la final, estilo Chelsea pero rascando más si cabe. Abusar de balones al gigante Llorente y ver si suena la flauta. No nos amilanemos, jugemos duro también, demostremos carácter y mala leche. Y ganemos esta copa.
Y el viernes, a recoger mi entrada para Roma.
Jarro de agua fría. Queríamos celebrar en casa el alirón, aunque a mí personalmente no me importa celebrarlo fuera, o incluso antes de jugar nuestro partido. El hecho es que vamos a ser campeones, lo certificamos ante el Madrid, lo secundario es el “cuando”.
Además, yo soy de los que piensa que el no haber celebrado todavía al título, con la decepción del domingo, será beneficioso para la final de copa, pues volveremos a recuperar la tensión competitiva que el domingo abandonamos por un momento.
Lo que sí me preocupó realmente, como a todos, fue la lesión de Iniesta. El infortunio se cebó en el Barça, después de perder para Roma a Márquez por lesión y a Abidal y Alves por sanción, unidos a la duda de Henry. Afortunadamente se dice que estará a punto, esperemos que acierten, la presencia de Iniesta será clave, no solo por lo que puede aportar como futbolista, sino por el temor que su sola presencia puede infundir en el rival.
Y la final de copa se nos presenta con una sensación extraña, hemos pasado de ser los mejores del mundo, a jugar una final de copa del rey como “no” favoritos ante un Athletic de Bilbao. Afortunadamente, llegamos a este momento vivos en todas las competiciones, habiendo pasado recientemente un calendario infernal, con partidos de máxima exigencia, lo que nos ha penalizado en exceso (véase lesiones y sanciones), y nos enfrentamos a un equipo que parece ser que goza de las simpatías de gran parte de la España mediática, parece como si fuera el último bastión que le queda a este país para defenderse del dominio del abominable gigante Barça. Y dejando a un lado a los medios madrileños, que no dudan acercarse a lo que pueda hacernos sombra, aunque esto signifique ir a favor de los vascos, especialmente extraño me parece la actitud de la Sexta, canal propiedad en mayor medida de Emilio Aragón y Jaume Roures éste último catalán y culé, y en menor medida por este orden de El Terrat (Andreu Buenafuente, culé), Bainet (Karlos Arguiñano, vasco) y BBK (vasca también), el lunes dedicaron un especial informativo a todo una especie de simposium donde desfilaron algunas leyendas del Athletic, de entre las que destacaba el asesino Goikoetchea, presentadas por el tal Patxi nosequé, el capitán de Minuto y Resultado, que pertenece a esta nueva generación de periodistas deportivos-humoristas de medio pelo. El Barça ha sido esta semana una mera comparsa. Allá ellos. El Chelsea también tenía claro que nos eliminaba, y es el Chelsea.
El Athletic ha dejado entrever cual será su táctica para la final, estilo Chelsea pero rascando más si cabe. Abusar de balones al gigante Llorente y ver si suena la flauta. No nos amilanemos, jugemos duro también, demostremos carácter y mala leche. Y ganemos esta copa.
Y el viernes, a recoger mi entrada para Roma.
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